¿TIENES DUDAS?
Pide cita con tu cirujano para conocer personalmente los beneficios de la reducción de mamas.
¿Qué es? Es la cirugía para reducir el tamaño del pecho
¿Para qué? Disminuir el tamaño del pecho, modificando la forma y posición
¿Hay cicatrices? Según la técnica. La mayoría pueden esconderse. La más aparente es la vertical.
¿Con qué anestesia? Anestesia general
¿Hay que ingresar? Es necesaria una noche de ingreso
Vuelta a la vida normal: 2-4 semanas
Resultados: Mamas más pequeñas, proporcionadas y bien posicionadas.
Pide cita con tu cirujano para conocer personalmente los beneficios de la reducción de mamas.
Los pechos grandes o hipertrofia mamaria son una condición que afecta a muchas mujeres, y cuando alcanzan unas dimensiones excesivas se denomina gigantomastia. Esto se produce por un crecimiento desmedido de la grasa y/o glándula mamaria, que produce además un estiramiento de la piel.
Las mamas se ven desproporcionadamente grandes, caídas, y muchas veces va acompañado de problemas físicos, como el dolor de espalda, y psicológicos que pueden dificultar a la mujer llevar el estilo de vida que le gustaría.
La mamoplastia de reducción es un procedimiento mediante el que se reduce el exceso pecho, para darle una forma, tamaño y posición armónicos con el resto del cuerpo.
Esta cirugía va dirigida a mujeres con hipertrofia mamaria o gigantomastia, que deseen un pecho más proporcionado y elevado. Cualquier pecho puede someterse a una cirugía de reducción, y puede modificarse hasta obtener el volumen deseado.
Muchas mujeres que se deciden a reducirse el pecho buscan acabar con el dolor de espalda, poder realizar deporte con normalidad, encontrar ropa de su talla, acabar con los problemas de higiene o mejorar su imagen corporal.
La cirugía de reducción de mamas consiste en eliminar todo el exceso de grasa, glándula y piel de la mama, y elevar la areola y el pezón hasta su posición anatómica. Para ello, generalmente se realizan una incisión alrededor de la areola, otra en el pliegue natural que hay debajo de la mama, y una tercera, vertical, que une estas dos, de manera que la cicatriz quede en forma de ancla. Cortamos y retiramos todo el tejido necesario para conseguir el volumen deseado.
A continuación elevamos el pezón para corregir el pecho caído. En la mayoría de los casos podemos realizar esto con el pezón unido a una banda de tejido, que permite que se nutra a través de la sangre que le llegue por esta banda. Aprovechamos también para hacer la areola más pequeña y adaptarla a la nueva forma del pecho. En casos muy extremos, debemos separar completamente la areola y el pezón del resto de la mama, y devolverlos a su posición a modo de injerto libre.
Existen muchas otras técnicas de mamoplastia de reducción (Patrón Vertical, Patrón Periareolar) de manera que en algunos casos podemos realizar menos incisiones, evitando la cicatriz del pliegue de la mama, o incluso la cicatriz vertical sobre la mama.
La elección de una técnica u otra va a depender de las características de la mama, tus deseos como paciente, y nuestra experiencia y conocimientos como cirujano.
Antes de someterte a esta intervención, debes realizar una visita al cirujano plástico y al anestesista. El cirujano realizará un examen médico que te orientará acerca de la técnica que más se adapte a tu caso. En estas visitas se realizarán entrevistas, exploraciones, mediciones y pruebas médicas que son imprescindibles para detectar cualquier problema que pueda contraindicar la cirugía.
Una mamografía reciente es fundamental en estos casos, no solo para descartar la presencia de malignidad en la mama a tratar, sino también como base de valoración para futuras exploraciones mamográficas.
Es importante evitar el tabaco durante un mes antes y un mes después de la cirugía, para no generar problemas con la cicatrización.
Esta cirugía debe realizarse en una clínica con un quirófano perfectamente equipado. Ingresarás el mismo día de la intervención y permanecerás en la clínica una noche. En la mamoplastia de reducción utilizamos anestesia general, y tiene una duración de entre 3 y 5 horas, según el caso.
En la propia intervención colocamos un tubo de drenaje en cada mama y un vendaje compresivo alrededor del tórax, con los que tendrás que permanecer hasta el día siguiente.
Todo el tejido mamario extirpado es posteriormente analizado por un Patólogo.
El día siguiente a la intervención te puedes sentir algo débil y dolorida. Estas sensaciones remiten a los 2-3 días, y pueden además controlarse con la medicación que te prescribamos.
El vendaje compresivo y los tubos de drenaje se retiran al día siguiente, y se sustituyen por un sujetador deportivo. Generalmente trabajamos con puntos de sutura que van por dentro de las heridas, de manera que no es necesario retirarlos. En caso de que haya que quitar algún punto, lo haremos durante los 7-10 días siguientes a la intervención.
Puedes incorporarte a tus actividades cotidianas tras recibir el alta de la clínica. Deberás hacerlo progresivamente, de manera que no podrás realizar grandes esfuerzos durante las primeras 2 semanas. Podrás practicar deporte y estarás totalmente recuperada después de 4 semanas.
Los resultados de la reducción de mamas son inmediatos. Al despertar de la intervención ya podrás percibir que tus pechos han disminuido considerablemente de tamaño.
Esta cirugía altera la sensibilidad de los pezones. Al principio la perderás, o incluso tendrás sensación de dolor o escozor, pero se recupera progresivamente. No es así en los casos en los que hay que injertar el pezón, ya que entonces la pérdida de la sensibilidad es irreversible.
En pacientes fumadoras, con mala vascularización, o en las que los pechos se encuentren excesivamente caídos, al elevar el pezón éste puede perder parte del flujo de sangre que le nutre, y presentar problemas con la cicatrización, o incluso necrosarse completamente. Es una complicación rara, pero que requerirá de curas durante unas semanas.
La disminución inmediata del volumen de la mama tiene unos resultados directos y muy beneficiosos en cuanto a la corrección de la postura y el dolor de espalda.
Conforme pasen los meses las inflamación disminuirá, y las mamas irán adoptando progresivamente su forma y posición definitivas. Es normal que una mama evolucione más rápido que la otra. No podemos considerar un resultado como definitivo hasta que hayan pasado entre 3 y 6 meses. Debes saber que las mamas pueden sufrir modificaciones con los cambios de peso, el embarazo o la menstruación.
Las cicatrices de la areola y el pliegue de la mama quedan totalmente disimuladas. La cicatriz vertical se irá blanqueando con el paso de los años, hasta hacerse imperceptible.
La cirugía de reducción de mamas puede afectar a la lactancia y no evita el cáncer de mama.
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